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El mirador del indiano

Aló Presidente (El show debe continuar)

El Sr. Presidente había pedido actuar a “su” Fiscal General, ordenó proceder de forma inmediata contra los medios de comunicación que intoxican a la población, nosotros no podemos permitir este envenenamiento, dijo. Fue así que a los pocos días y con vergonzosa diligencia, digna de mejor causa, la Fiscalía General de Estado presentó el proyecto de una nueva Ley contra los delitos mediáticos ante la Asamblea Nacional.

El escandalo causado por las protestas tanto internas como internacionales de los diferentes medios de comunicación, Sociedad Interamericana de Presa, Reporteros sin Fronteras y demás asociaciones relacionadas, dieron al traste con un nuevo atropello en ciernes e hicieron poner (por ahora) marcha atrás a la promulgación de otro bodrio legal, una Ley (como todas las anteriores) hecha a imagen y semejanza del inefable comandante.

La principal argumentación leitmotiv de dicha proposición, se fundamentaba en la necesaria preservación de la “salud mental pública”, que por causa de la manipulación mediática de algunos medios estaba en manifiesto peligro, y por tanto era necesario proteger. Taxativamente su articulo 11 decía: el que por cualquier medio de comunicación social, realizare publicaciones o transmisiones destinadas a promover la guerra, la violencia, o el odio u hostilidad entre sus habitantes o colectividades, en razón de su raza, sexo, religión, nacionalidad, ideología o militancia política, será sancionado con pena de prisión de dos a cuatro años.

Si no fuera por el cúmulo de padecimientos que abruman en la actualidad a todos los venezolanos, el solo hecho de proponer tal proyecto y su declaración de motivos, es para echarse a reír y no parar hasta que el mundo se acabe. Es increíble lo que uno tiene que leer por tener ojos y oír por tener orejas. En esa revolución se superaron todos los limites de la cordura.

Y me pregunto, ¿acaso el interminable e idiotizante monólogo Aló Presidente que mete con calzador el Sr. Presidente, contribuye en algo al bienestar mental de la población? ¿ese esperpento soporífero, empalagoso, aburrido, repetitivo, agresivo, soez, vulgar y ponga Ud. los demás calificativos, que son decenas, no se podría considerar como una causal de demencia? No se trata de una supuesta amenaza, estamos frente a un hecho, ante un incontestable atentado contra la mente, la inteligencia y el resto de los sentidos del común de los mortales.

La escuela socialista

El Sr. Presidente ha dicho y repetido infinidad de veces que la verdadera razón de su programa es el interés pedagógico, que tiene que ser y es como una escuela pero en televisión.

Pues bien:

Todo él es una retórica pirotécnica incendiaria, desquiciada y desquiciante sin pies ni cabeza. El megaprograma de marras, no tiene hora de finalización definida, termina cuando lo decide su protagonista estrella, la duración promedio (hasta la fecha, porque puede cambiar…a más) ha sido de seis horas, en muchas ocasiones ha pasado de ocho, sí como se lee, ocho horas seguidas de una diarrea verbal que parece no tener fin. No he calculado en días la cantidad que corresponden al total acumulado, pero como diría un italiano, eso será la “intemeratta”…

En ese programa “pedagógico” se diseñan y ordenan políticas públicas de represión (gas del bueno a los manifestantes), planes militares (movilización de tropas a la frontera con Colombia), se denuncian supuestos magnicidios cada dos por tres, se hace apología de una guerra asimétrica contra una invasión gringa que se supone llegará.

En ese programa show el presidente-comandante-predicador, insulta, amenaza, da clases magistrales de geografía, de historia, de estrategia militar, de literatura…allí canta, echa chistes, habla de su infancia, del cambio climático, de las chucherías que vendía de niño en su Barinas natal, de Fidel, de Mao, de beisbol, del imperio yanki, de la propiedad social, de María Lionza, del Che, de los gallineros verticales, de cine, del susto que le dio un fantasma, de la acupuntura que le aplica la negra Matea, de cómo una vez casi le pica una mapanare tuerta, de otro intento de magnicidio en su contra, del satélite chino y de una muralla inmensa que también es china, de lo buena que es la hoja de coca que le envía su amigo Evo Morales, de la oligarquía criolla pitiyanki y apátrida.

Otra vez habla de Fidel, de lo recuperado que está y lee un libro que le regaló, ahora saca un mapa y hace en él rayitas de colores, señala el atolón de Mururoa y dice que no está deshabitado, que hay unos doce indígenas que se parecen a Evo, (los vio una vez que pilotó un Sukhoi ruso camuflado de arrendajo llanero en misión de patrulla de combate), y que también son sus hermanos.

Jura exterminar a la oposición golpista y freír sus cabezas en aceite de ajonjolí, llama pendejo a José Miguel Insulza, ignorante a Mario Vargas LLosa y a Luis Herrera güevón, después canta una de Rafael Montaño y dice que le gusta pero que Alí Primera más, y también la canta. Otra vez Fidel, otra vez Mao. Saca otro libro y dice que como está en inglés lo leerá cuando perfeccione el idioma, que las lenguas vivas se le dan muy bien, que lo hablará mejor que aquel tal Shakespeare del que según le han dicho fue un capitalista converso, que entonces sí que dirá ¡yankis de mierdaaa go home! y ¿How are you Fidel? sin acento de Sabaneta de Barinas.

Otra vez el mapa y hace unos círculos que describe como ejes estratégicos del Socialismo del Siglo XXl, señala Japón y dice que el arroz revolucionario venezolano es mejor que el japonés porque es como más topocho, saca un teléfono móvil y lo bautiza como el vergatario, el mejor móvil del mundo porque es nacional y socialista, que hace hasta fotos, que ya le mandó uno a Fidel y otro a Evo para que no se ponga celoso, y que se preparen las transnacionales capitalistas Sony, Ericsson y Nokia, que las va a quebrar más rápido que inmediatamente.

Después enseña un pañal también venezolano, luego una lata de sardinas y dos paquetes de café, uno descafeinado que es el que toma porque el otro lo pone nervioso y cagón. Ahora saca a pasear al Libertador, a Miranda, a Ezequiel Zamora y a Lenin, dice que los colombianos mataron a Bolivar, que en el Panteón Nacional no están sus restos, que lo que enviaron fue unos huesitos de chigüire, que lo sabe porque él lo sabe todo, y grita ¡colombianos de mierdaaa, yankis de mierdaaa, vayanse mucho pal carajo!

Ahora anuncia una primicia informativa, dice que ha pensado en otro Aló Presidente pero en inglés con traducción simultánea al Wayuú, Yamomami y Aymara, que será mucho más corto, que durará solo cinco horas, bueno que tal vez hasta seis, porque el satélite es caro y hay que ahorrar.

Ahora sale Obama a relucir, dice que es como un hermano para él, pero por lo negro, que le regaló un libro, que tiene enmarcada la foto de ese momento histórico, que parece buena persona pero que no se fía del gringo, que gringo es gringo aunque baile joropo y masque chimó, que políticamente están en las antípodas, aclara que las antípodas no es una ciudad, que es como situar a su amigo Putin que está en Rusia y él que está en la luna… pero que no, que no ha quedado bien claro, que mejor lo explica con el mapa, y saca por enésima vez el mapa donde dibuja unas flechitas rojas rojitas.

Ahora muestra una lámina con un gráfico estadístico, dice que es la producción agrícola revolucionaria, que el año 2.059 cuando deje la presidencia solo habrá que importar alimentos de EEUU, Europa y Canadá. Pide aplausos y los seis ministros, ocho generales, doce alcaldes, seis gobernadores, veintiocho concejales y cincuenta y tres brigadistas del partido que se encuentran presentes se ponen de pie y aplauden frenéticamente como focas amaestradas.

Los manda a sentar, se pone muy serio y dice que no todo son buenas noticias, que por alguna razón que no logra entender hay que seguir importando leche, que consultó el asunto con Fidel y éste le dijo que allí tienen el mismo problema desde hace 50 años, que en Corea del Norte pasa igual, que debe ser cosa genética, que el asunto no tiene solución, que las vacas socialistas no dan leche ni poniéndoles música marcial en el ordeño.

Ahora le toca a la CIA al FBI y a Tarzán del que asegura es imperialista pero que Chita no, que ella es socialista, a Cristóbal Colón del que mandó a derribar su estatua porque fue un podrido capitalista, otra vez el magnicidio que tenia preparada la CIA, esta vez con un lanzacohetes envenenado con curare, ahora se ríe y cuenta cómo una vez casi se caga en un acto por haber comido queso de año que le mandó su compadre Timoteo también conocido como el Mapurite de Achaguas y otra canción y otra vez Bolivar y el poder popular, y las comunas socialistas y Manuel Zelaya y Daniel Ortega y Jesús de Nazaret y el llanero solitario y el Papa y el hombre invisible, y que el ser rico es malo y otra vez el mapa, y más rayitas y sigue y sigue y pasa una hora y otra y otra y sigue y dale que te pego…..

Paciente lector, (lo de paciente va por tu demostrada paciencia, no lo quiera Dios por ser desde hoy paciente del psiquiátrico de tu pueblo) si has llegado hasta aquí y resultado ileso, agradece a la autora de tus días por haberte dotado de una mente a prueba de bomba atómica.

No se tú, pero el menda que suscribe este infumable rollo está casi a punto de admitir que lo que dice y desdice, hace y deshace el señor presidente de Venezuela en su magnífico y nunca bien ponderado programa Aló Presidente, de haber estado en vigor la ley que querían aprobar, sí pudiera haber sido acusado de provocar insanía mental colectiva. ¿La condena?, bueno, si de mí dependiera, lo condenaría a pasar por un quirófano como los que había en los gulag siberianos, y no precisamente para ser sometido a una liposucción laser, sino para que le cosieran de una buena vez su inmensa bocota de Gargantúa de Bilbao.

Y si hecho lo anterior quisiera seguir hablando pistoladas, que lo hiciera por un orificio que por respeto a las damas no voy a mencionar. Aunque pensándolo mejor, no se si sería la solución, al fin y al cabo es por donde ha hablado siempre.

Debo reconocer que el Aló Presidente del que me he ocupado hoy, tiene al menos (todo sea dicho) algún mérito que señalar. Su presentador ha logrado un récord merecedor de figurar en el Guinness: hablar, hablar, hablar y más hablar, hasta 8 horas seguidas, sin levantarse a orinar. Se desconoce si aguanta las ganas, usa el famoso pañal que promueve o sencillamente se mea los pantalones… misterios del programa.

¿Y qué decir al respecto de sus focas amaestradas? ¿les habrá enseñado además de aplaudir y en rigor de la disciplina castrense, a “soportar la tortura” hasta tales extremos? Se descarta por obvio que no les den ganas.

En fin, que apago este invento y me largo a dormir, hoy me siento especialmente cansado, confundido, desorientado… no sé por qué será… ¿cosas de la edad

Cantaclaro
 

 

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Sobre Venezuela en estos infaustos tiempos de supuesta revolución...

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