Día 22 de expedición. El 7 de diciembre de 1911, Roald Amundsen y sus hombres sobrepasaron el paralelo 88º 23’: estaban en el punto más al sur que ningún ser humano hubiera alcanzado nunca. El día había empezado muy nublado como los anteriores. Amundsen escribió después, “Yo no sé si alguna vez he permanecido tan absolutamente pendiente del sol como en aquella ocasión”.

Exactamente cien años después, tres hombres, Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza en su travesía hacia el polo sur también miran hacia arriba, pero en busca de otro elemento: el viento.  Hoy -un día más, y van…-, ha sido tiempo de espera, con las cometas preparadas para avanzar por la inmensa altiplanicie helada de la Antártida. Cielo azul pero ni una brizna de viento. Pero el que no se consuela es porque no quiere. Y de paciencia, los tres alpinistas de la Expedición Naturgas/BBK Transantartika’2011 saben mucho. Mikel Zabalza explicaba que “siempre hay algo que reparar, algún trineo, algún guante roto por el desgaste. El resto del tiempo, cocinamos, leemos, escuchamos música o nos aburrimos como hongos los tres en una tiendita de 4 metros cuadrados”. O cortan hielo en perfectos bloques para cocinar o construir muros de contención (por si aparece el viento) y leen el parte meteorológico que han recibido hoy con excelentes noticias: “Wind is coming!” y que anuncia vientos de 20 kilómetros/hora para mañana y más de 30 para los siguientes días.

Si el suelo es liso podrán cometear a gusto, aunque siguen viendo sastrugis, esa palabra importada del ruso que define los surcos formados por el viento en la nieve o el hielo. “Ayer vimos algunos sastrugis pero no eran muy grandes así que pasamos con facilidad”.  La expedición conseguía avanzar ayer 71 kilómetros. En total, 530 menos para alcanzar el Polo Sur. Las ganas y la motivación siguen altas. Sólo falta el viento para llegar a ese punto mítico. El explorador noruego Roald Amundsen lo alcanzaba por primera vez un 14 de diciembre de 1911.