Cara Norte del G1: La expedición, abandonada en medio del glaciar
El objetivo era que “el último gran problema del Himalaya”, como lo definió el genial Kurt Diemberger, dejara de serlo. El reto presentaba todas las características para ser una auténtica aventura al estilo de los pioneros de los ‘ochomiles’. Pero seguramente ni los protagonistas se imaginaban que la aventura se iba a convertir en una verdadera odisea sin haber llegado siquiera al campo base.
La cara Norte del Gasherbrum I, situado en el corazón del Karakorum (Pakistán) y el cuatro ‘ochomil’ más bajo (8.080 m.), es la última vertiente virgen de las 14 montañas de más de ochomil metros que existen en el planeta. Se encuentra en territorio chino y la información que sobre ella existe es tan escasa que ni tan siquiera hay fotografías.
A principios de este año, un potente equipo de alpinistas italianos , una especie de ‘dream team’ transalpino formado por Silvio Mondinelli, Daniele Bernasconi, Michele Compagnoni, Mario Panzeri, Hervé Barmasse y Soro Dorotei, anunciaron su intención de escalarla en estilo alpino. Y en ello están. O al menos lo intentan. El grupo, que finalmente ha quedado reducido a Bernasconi, Panzeri y Barmasse, ha padecido todo tipo de vicisitudes durante la aproximación hasta quedarse solos, a 30 kilómetros de la pared, en medio de un glaciar, únicamente con lo que han podido cargar en sus mochilas y la compañía de un cocinero y el oficial de enlace, al parecer el principal culpable de la situación, según explican en www.montagna.org.
Pese a contar con todos los permisos en regla, según la Asociación de Montaña de China, y el beneplácito del Ejército chino, el oficial de enlace decidió por su cuenta y riesgo que el grupo se encontraba en una zona “restringida” y les ha puesto todo tipo de problemas y cortapisas para avanzar. El retraso ha afectado sobre todo a los 60 camellos que transportaban todo el material, que después de permanecer bastantes más días de los previstos sobre el glaciar se han dado la vuelta ante la escasez de comida. Y con ellos los 20 camelleros.
El resultado de todo este desaguisado es que los tres alpinistas italianos se han quedado poco menos que con lo puesto a 30 kilómetros del lugar previsto para instalar el campo base. Según informa www.barrabes.com, la últimas noticias indican que el pequeño grupo, después de dudar sobre continuar la expedición o abortarla, ha decidido continuar. Ayer mismo partieron hacia el pie de la montaña para intentar recorrer en el día los 30 km. de glaciar que les separa de la pared norte del GI, algo que no va a ser fácil porque es terreno muy descompuesto, con múltiples zonas de morrena.
Con sus mochilas cargadas hasta arriba, su plan es convertir el que iba a ser su campo base en un depósito de material, en el que dejarán todo lo que puedan en los sucesivos viajes que harán en los próximos días. Una vez ‘instalados’, por fin mirarán a la cara Norte del G-I una pared que ni siquiera han visto todavía y en la que no tienen la menor idea de lo que se van a encontrar. En todo caso, lo que vayan a hacer lo tendrán que hacer rápido y en un estilo más que alpino, ya que la escasez de alimentos y material ha pasado de ser una opción a un imperativo.
Fuentes: www.montagna.org , www.barrabes.com