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Apertura de Rikar y Josune en Peña Telera

Presentar a estas alturas a Josune Bereziatu y Rikar Otegi creo que está fuera de lugar. Son algo más que dos de los mejores escaladores vascos que existen (ella la mejor del mundo segun el galardón que recibió el año pasado). Esta pareja -tanto en las paredes como en la vida- atesora una riqueza personal difícil de encontrar. En el último año ha decidido darle un giro a sus actividades y han cambiado los rocodromos y la escuelas de escalada por las grandes paredes, donde encuentran nuevos alicientes y nuevos estilos que practicar. Y en ellas también están demostrando su condición de fueras de serie.
A ambos les gusta contar sus experiencias en primera persona y mantiene una muy activa relación epistolar con los periodistas dedicados al mundo de la montaña relatando sus actividades. Creo que no se enfadarán si reproduzco aquí el relato que me remitieron de su última escalada: la apertura de una nueva vía, en mixto, en Peña Telera, una de las cumbres más populares del Pirineo. Disfrutad hasta el final de su personal estilo. Merece la pena.

Kaixo Fernando, que tal la semana santa? Supongo que bien no? Nosotros nos hemos quedado en casa, nuestra intencion era viajar hacia Chamonix pero la meteo allí ha sido horrible!!!
Bueno, aqui Josune, te puedes imaginar no? Pues sí, hemos hecho otra primera, esta vez se trata de una vía que hemos abierto recientemente, el 14 de marzo pasado en Peña Telera (2.764 m.) y la hemos llamado FRENESI (en homenaje a la peli de Hitchcock del mismo nombre). Sin duda por los momentos freneticos que pasamos y porque justo en ese mismo momento Rikar leia una interesentasima biografia de Alfred Hitchcock.

La historia empezó, cuando fuimos a escalar el corredor Maribel. Nuestro cuñado Tomas y nuestro amigo Joserra nos convencieron para que les acompañásemos. Así seria nuestra primera incursión en Peña Telera en invierno, de la mano de un gran clásico como es este popular corredor.
En la bajada, al pararnos justo debajo de la Gran Diagonal de Telera a ordenar nuestro material personal, Rikar se fijo en una interesante linea que se adivinaba tras un desplomadísimo muro de unos 80 metros. Este se componía de un tramos de hielo y roca con una llamativa mancha de hielo que taponaba el muro desplomado en lo alto del mismo. Al llegar a casa comprobamos que en los croquis que teníamos no aparecía ninguna linea abierta en aquel trozo de pared. Sin duda el tramo desplomado había hecho que nadie de momento se interesara por la línea.
Consultamos con Quique Villasur, gran conocedor, gran alpinista e impulsor de la zona y coincidimos en nuestro pronóstico: allí no existía una línea abierta. Por lo tanto nos dejaba tranquilos y sólo debíamos de actuar…aunque como nos advirtió Quique, aquel muro desplomado no sería fácil y teniendo en cuenta la roca de Telera…
Nuestra experiencia en Telera se remontaba a la reciente ‘Maribel’ y en verano al fabuloso Espolón De Los Navarros, aunque también comprobamos allí lo que nos advirtió Quique acerca de la roca, como dicen los franceses: una “merde”.
En fin, de repente nuestros buen amigo Manu y Edu también nos llamaron advirtiendonos de que no dejáramos pasar la oportunidad de repetir la ‘Fortune Carree’ en el Midi. Les hicimos caso y no nos arrepentimos. Gracias a su insistencia disfrutamos de una de esas preciosas rarezas pero absolutamente imprescindibles del piri en cuanto a hielo se refiere.
Finalmente pudimos acercarnos a nuestro proyecto, con la mala fortuna que justo había nevado dos días antes y en la parte de arriba la nieve no estaba aun trasformada dejando unas condiciones frustrantes, pues ni aparecía la roca y la nieve no dejaba progresar con la necesaria confianza en un terreno mixto, dejando una mezcla absolutamente precaria.
Bien, no nos amilanamos y seguimos adelante. La experiencia resulto demencial, tres sustos consecutivos nos dejaron totalmente extenuados, desde una caída de un gran bloque, pasando por la rotura de dos de los tres puntos de la reunión y acabando con un vuelo de factor 2 de diez metros sobre la precaria reunión. Decidimos que era suficiente y mejor retirarnos hacia abajo para volver con mayor impulso en otro momento.
Volvimos el viernes 14 de marzo, pensábamos que la nieve estaría mas trasformada y la temperatura, aunque se presumía alta, nuestro madrugón nos benefició y se mantuvo en unos decentes cero grados. Tras escalar rápidamente los dos primeros largos llegamos debajo del muro desplomado.
Tenía unos quince metros bastante desplomados taponado por un montón de nieve. Lo que parecía una cascada era un gran tapón de nieve polvo que se alimentaba por las continuas duchas que la goulotte canalizaba. Nos hacíamos una pregunta: ¿cómo pasaríamos por ese tramo? Bien, pero primero había que llegar a él. Empezamos con los crampones y piolets, pasamos a agarrarnos con las manos otra vez los piolets… y sin respirar por encima de la gran nube de nieve inestable con todo a la vez… La salida era en mixto con una finísima capa de hielo mas o menos vertical que no dejaba meter ningún seguro hasta que llegamos bien dentro de la goulotte. Un metros mas arriba e hicimos la reunión.
Encima nuestro, un precioso corredor nos daba la bienvenida, no parecía complicado aunque el color de la nieve/hielo no nos daba buena sensación. Así fue, la nieve sin trasformar no nos dejaba una vez mas instalar seguros fiables y un angustioso grito: “al loro que me voy”, se escuchó en lo alto. Finalmente se quedo en otra anécdota.
El final del corredor, como nosotros pretendíamos, no tenia una salida hacia la derecha, a la busca de un sistema de finas cascadas que pretendíamos conectar. Éstas las debimos de coger justo al comienzo del corredor, por lo que decidimos seguir rectos por la izquierda de un gran techo que taponaba el corredor. El diedro desplomado resultante no tenia pinta de ser nada sencillo. Desplomaba lo suyo pero al final del mismo una cascada fina pero suficientemente solida y vertical en la pared de la izquierda nos dejo sentir que aquello tenía lógica y sin duda aunque no era lo que pretendíamos seria una digna salida y seguro que mas dura de lo que habíamos pensado por la salida de la derecha.
Tras los consabidos sudores, chirridos de los crampones y esfuerzos estábamos en lo alto del diedro. Desde allí, una campa de 45 grados nos llevó hacia el hombro que conecta con la parte final de la Súper Lulu. Cuando sentimos que estábamos en un lugar común, Josune se quito el casco. Le molestaba el gorro de la cabeza. Se lo volvió a colocar sin atarse la correa del mismo. En ese momento, una piedra como un plato cayo desde lo alto y le dio en la cabeza. Su casco voló por los aires pared abajo. Josune estaba bien pero aturdida por la experiencia vivida. Ante lo peligroso del lugar y el pésimo estado de la nieve, decidimos bajar hacia la torre y rapelar.
Al descender por la vía nos dimos cuenta de lo que desplomaban los largos de mixto, especialmente el tercero de ellos… Los grados… quizás M6/7. Los repetidores deberán de concretar nuestra propuesta. No somos expertos en graduar mixto pero lo que si aseguramos es que nos costo lo suyo!!!! Creemos que se trata de la via mas dificil de Peña Telera.
Un beso muy grande,
Josune Bereziartu”

Temas

apertura, mixto

Por Fernando J. Pérez e Iñigo Muñoyerro

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abril 2008
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