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Valpuesta, pinos, naturaleza e historia

He aprovechado el fin de semana para recorrer las tierras de Valdegovía y hacer parada -la fonda la hicimos en San Millán de San Zadornil- en Valpuesta, un rincón burgalés incrustado en Álava. Conocía la antigua ‘Vallis Pósita’ de visitas anteriores. El pueblo me volvió a sorprender gratamente. No se ha derrumbado ninguna casa y las más antiguas, o han sido remozadas, o se encuentran en proceso de restauración.
La colegiata de Santa María, que se construyó sobre otra anterior de origen visigodo, se mantiene imponente en un extremo de la plaza. La torre ha sido reforzada y aunque el templo estaba cerrado, un paisano nos aseguró que las obras en el tejado han acabado con las goteras que ponían en peligro las obras de arte que se encierran en su interior.
Valpuesta es un pueblo muy antiguo. Según cuenta la historia, en el año 804, al inicio de la Reconquista, el obispo Juan llega al valle de Valdegovía y encuentra en Valpuesta -Vallis Pósita, por estar en un valle rodeado de montañas- una pequeña iglesia abandonada, dedicada a la Virgen. La reconstruye y establece allí su sede episcopal y un monasterio de monjes inspirado en la Regla de San Fructuoso.
La zona de Valdegovía ha estado poblada desde la antigüedad. Se han encontrado restos prehistóricos que datan de la Edad del Hierro. Fue enclave romano y visigótico. Existen en el valle se pueden visitar cuevas artificiales (Corro) y enterramientos de los siglos VI y VII.
Quizá lo más apreciado de Valpuesta sea su cartulario, que tiene más de 1.000 años. Es uno de los más viejos de España y hay quien cree que alguna de sus entradas pueden ser las más antiguas de este tipo de documentos, pues se comenzaron a redactar en el siglo IX.
Ruiz de Loizaga afirma que «no sería aventurado considerarlo el decano de todos, ya que recoge siete piezas del siglo IX y 39 del siglo siguiente». Las más antiguas, añade, «se remontan a los años 804, 864 y 875, y las más recientes a mediados del siglo XI».
Por su parte el reconocido catedrático de paleografía y diplomática José Manuel Ruiz Asencio, refiriéndose al primer grupo de actas del códice, el llamado Becerro Gótico, afirma que es «el cartulario de los reinos peninsulares occidentales más antiguo que conocemos».
El de Valpuesta acumula una gran riqueza de vocablos de un castellano en desarrollo y una abundante lista de nombres de lugares en el valle de Valdegovía y sus alrededores. Probablemente no hay ningún códice de esos tiempos con tantas alusiones castellanas. Sus amanuenses no escribieron en latín culto, sino en el latín romanceado del vulgo para que pudieran entender el texto los interesados. Se transcribió durante el proceso de formación de Castilla y en plena evolución de su lengua romance, aunque su variante escrita estaba por entonces en la fase de alumbramiento. Aseguran que estas glosas son anteriores a las de San Millán de la Cogolla, en La Rioja.
Hasta aquí un poco de historia. Lo que me llevó a Valpuesta era ascender a la cima de Terreros, una altura que no supera los 1.000 metros y que protege el pueblo por el Oeste. La subida es agradable y entretenida, por camino y sendero señalizado en algunos tramos con cintas de plástico que lleva a Pinedo. Es zona de monterías, por lo que en época de caza lo prudente es enterarse de la ubicación y fecha de las batidas para evitar sustos y disgustos.
El cima (1h.10′) me encontré con un hermoso buzón del Club Santidrián (2002). Lo han hincado en el centro de un claro, entre las encinas que ocupan todo el alto. La única pega de Terreros es una y grande. Desde la cima las vistas son nulas. Los árboles nos ocultan el monte.
Terreros se puede combinar con el alto de Rodil (Cien Montes de Álava) y Alto Larrán en un paseo que terminará en Mioma. La vuelta la realizaremos por la carretera, tranquila y sin tráfico, que desciende paralela al río Mioma.
El valle es boscoso, cerrado, salvaje, ideal para darse un baño de naturaleza. Es frecuente avistar corzos y jabalíes. Una maravilla.
Información completa en www.valpuesta.com

Por Fernando J. Pérez e Iñigo Muñoyerro

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